sábado, 28 de febrero de 2009

escape


“La única manera de vencer a la tentación es cediendo a ella.”

Oscar Wilde


¿Defenderse de sus propios sacrilegios?

Hoy en día andamos todos escapando de los pecados o de sus culpas. O de ambos. No evitamos las tentaciones por una cuestión moral, sino por escapar de sus consecuencias. O pecamos con la supuesta impunidad que nos otorga una impostada amoralidad, pretendiendo asumirnos orgullosamente como inimputables morales.

Jamás queremos pagar los precios, los costos. Es la actual una época vacía que se llena de negocios, empresas y mercado; sin embargo, nadie quiere pagar sus propios pasivos. Sus saldos pendientes. Todos andamos escapando de ellos; todos salimos corriendo de nosotros mismos para refugiarnos en cualquier parte allá afuera, entre el tranquilizante bullicio que acalla nuestros inquietantes pensamientos.

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